practico

2023-01-05 16:10:06 By : Ms. YH Chen

En estas larguísimas vacaciones invernales, es altamente probable que a los más pequeños de la casa les dé hambre y además se aburran. ¿La solución? Que metan las manos en la masa.

Cocinar con nuestros hijos es algo que solo trae beneficios. Más allá de la obvia acción de alimentarlos, si participan del proceso de elaboración de la comida no solo se entretendrán sino que se ejercitarán en el manejo de diversos conceptos y aprendizajes, que van desde el origen y el uso de ciertos ingredientes hasta las métricas de las diferentes porciones usadas y mucho más.

Además, comprender que un plato de comida no llega solo a la mesa y que hay todo un trabajo detrás de cada preparación, siempre será positivo. Por último, en recetas donde hay que leudar, hornear o simplemente esperar a que algo se enfríe o se cocine, fortalecerán su paciencia. Así las cosas, no hay razón alguna para no incluir a los niños y niñas en la cocina. Siempre, claro está, con mucho cuidado y sin miedo a mancharse.

Casi no hay niño al que no le guste el queque, ni tampoco que no se entretenga si lo invitamos a participar de esta receta. La mayor gracia de esta preparación es que en su etapa inicial, o sea antes del horneado, no tiene ingredientes ni procesos que pudiesen ser peligrosos para los menores: se trata simplemente de mezclar distintos productos hasta conseguir una pasta cremosa y suave que luego se irá al horno.

Una vez cocinado vendrá el típico debate: ¿el queque se come frío o caliente? Claro que se puede comer caliente, y es muy rico.

Queque clásico (para 4 personas)

—1 taza de azúcar rubia

—2 cucharadas de aceite de maravilla

—1 cucharadita de polvos de hornear

—Ralladura de cáscara de limón a gusto

Encender el horno a 180º. En un bol grande agregar todos los ingredientes secos —algo que pueden hacer los niños sin problema— y revolver para que se mezclen bien. Luego, agregar los ingredientes líquidos (la leche y el aceite, más el huevo) y con la ayuda de un batidor eléctrico —esto es mejor que lo haga un adulto— procesar hasta obtener una mezcla cremosa y suave. Sin embargo, niñas y niños pueden volver a intervenir cuando haya que poner la mezcla en un molde previamente aceitado. Finalmente, llevarlo al horno por cuarenta minutos —o hasta que al introducir un palito en el queque éste salga seco— y ya estará listo.

Esta preparación, muy de gusto infantil, además los entretiene mucho cuando se prepara en casa desde cero, incluyendo la elaboración de la masa. Por lo mismo, la clave aquí es elegir ingredientes que a ellos les gusten y luego lanzarse en equipo a cocinar esta delicia.

Pizza simple (para dos unidades medianas)

—500 grs de harina sin polvos

—1 taza de agua a temperatura ambiente

—1 cucharada de aceite de oliva

—2 tazas de queso mozzarella (o similar) rallado

—2 tazas de puré de tomate

—200 grs de jamón cocido

—Orégano y aceite de oliva

Primero, la masa. En una mesa, hacer una especie de “volcán” con la harina y en el medio poner la levadura. Agregarle unas gotitas de agua para que se active y dejar actuar unos minutos hasta que haga burbujas. Luego, añadir la sal por encima de la harina con un poco más de agua y comenzar a trabajar la masa con las manos, agregando poco a poco toda el agua.

Una vez que tengamos una masa más o menos firme, podemos dejarla un rato a las niñas o niños, para que ayuden a amasar. Al final, cuando ya tengamos un lindo bollo, hay que ponerla en un bol previamente enharinado, taparla con film plástico y llevarlo al refrigerador por dos horas.

Pasado ese tiempo, encender el horno a máxima potencia, sacar el bollo del refri —que habrá aumentado su tamaño— y partirlo en dos para hacer dos pizzas medianas. Idealmente, hay que estirar la masa con las manos, pero también se puede usar el uslero y hacerlo con los niños.

Cuando las masas estén delgadas, dejen que los chicos pongan la salsa de tomate, el queso y el jamón —o los ingredientes que gusten—, más una pizca de orégano y aceite de oliva a gusto. Lo van a pasar muy bien en toda esa faena. Por último, llevar las pizzas al horno sobre una lata y cocinar hasta que se fundan todos los ingredientes con el queso. Sacar y devorar inmediatamente.

Otro alimento que les gusta a todos y es entretenido de preparar es el pan. Al igual que otras preparaciones de repostería o pastelería, toda la etapa previa al horno es una excelente oportunidad para que los niños metan —literalmente— las manos en la masa.

—500 grs de harina sin polvos de hornear

—1 y ½ tazas de agua a temperatura ambiente

—2 cucharadas de aceite de oliva

En un bol grande, poner el agua y añadir la levadura más el azúcar. Revolver hasta que se mezclen bien y luego agregar la mitad de la harina y todo el aceite. Con un tenedor disolver todos los grumos, tapar con un paño de cocina limpio y dejar reposar por 20 minutos a temperatura ambiente.

Pasado ese tiempo, encender el horno a fuego medio, destapar el bol y agregar el resto de la harina, la sal y revolver de nuevo para mezclar todo. A continuación, voltear la masa sobre un mesón enharinado y amasarla hasta formar un bollo suave. Este momento es ideal para que los niños ayuden todo lo que quieran. Finalmente, darle forma de pan y hacerle un par de tajos por encima con un cuchillo —no tan profundos— para que no se rompa al subir en la cocción. En una fuente previamente aceitada, llevar al horno por 45 minutos o hasta que el pan comience a dorarse por fuera. Sacarlo, dejar que se enfríe unos minutos y consumir solo o con lo que prefieran.

Un pastel que no es dulce es el de papas, pero aún así suele ser del gusto de los niños. Y para mejor, prepararlo junto a los más chicos de la casa puede ser un gran momento de diversión.

Pastel de papas (para seis personas)

—300 grs de posta negra molida

—Sal, pimienta blanca, comino, nuez moscada y aceite de oliva

En una olla con agua fría, cocer las papas con piel y una pizca de sal. Una vez que estén cocidas, escurrirlas, pelarlas y volver a ponerlas en la olla. Después, molerlas bien y luego agregarles un poco de sal, pimienta blanca y sólo una pizca de nuez moscada. Finalmente, agregar la mantequilla y la leche, para inmediatamente revolver con un tenedor hasta que la mezcla obtenga la consistencia del puré. Tapar la olla y dejar que se enfríe.

Mientras tanto, pelar la cebolla y picarla en cuadros muy pequeños. Luego, sofreír la cebolla en aceite de oliva con un poco de sal. Una vez que ésta comience a transparentar, agregar la carne molida más un poco de sal, pimienta y comino. Mezclar bien y cocinar a fuego bajo hasta que la carne esté cocida. Al final, en una budinera disponer primero el pino de carne, luego ponerle encima los huevos duros, pelados por los niños y cortados en cuartos, y también las aceitunas. Tapar con el puré de papas —algo que fácilmente pueden hacer los niños— y dejar reposar por una media hora a temperatura ambiente. Por último, llevar al horno fuerte por quince minutos y luego servir en porciones.

¿Quieren que los niños coman más fruta? Hagan lo siguiente: pídanle a ellos que elijan las que más les gusten y luego armen un plato en el estilo que se muestra a continuación.

Tutti frutti invernal (para cuatro personas)

Cortar el plátano en rodajas gruesas, lo mismo con los kiwis. La manzana, sin pelar, picarla en medialunas. Pelar y desgajar la mandarina. Pelar el mango y cortarlo en bastones largos. Finalmente, disponer las frutas en un bol y bañarlas con el jugo de una naranja. Servir inmediatamente.

Para que no todo sean dulces y masas, una tortilla de verduras viene muy bien para los más chicos de la casa. ¿Qué verdura es a prueba de niños y niñas? Obviamente, la zanahoria. Y por si fuera poco, su preparación puede involucrarlos sin mayor problema.

Tortilla de zanahorias (para 4 personas)

—Aceite de maravilla y sal

Pelar las zanahorias y luego, con mucho cuidado y supervisión, que los niños y niñas las rallen. Aparte, en un bol grande, que ellos también rompan los huevos y los revuelvan bien. Después, agregar ahí una pizca de sal y la zanahoria rallada. Mezclar para que se integre todo y que finalmente un adulto fría en un sartén con superficie antiadherente unos cinco minutos por lado.

Si hace hambre y más encima los niños o niñas están aburridos, aquí hay una solución. Se trata de una receta de pollo fácil, rica, diferente y que los puede involucrar.

Trutros de pollo asado con miel (para cuatro personas)

Encender el horno a media temperatura. En un bol grande, mezclar la soya y la miel. Revolver bien y luego pedirle a los niños que vayan bañando cada trutro en la salsa. Luego, disponerlos en una fuente previamente aceitada y cocinarlos por 40 minutos o hasta que estén bien dorados.

*Los precios de los productos en este artículo están actualizados al 5 de julio de 2022. Los valores y su disponibilidad pueden cambiar.

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